Veo a Juan Carlos de Borbón, alias El Rey, en un telediario mientras leo por enésima vez la noticia que me manda Angélica desde twitter y que me ha alegrado la tarde. Ángelica (les recomiendo enredarse en sus hilos) me enlaza a un medio canario, pero también la pueden leer en el Huffpost, por ejemplo, que viene ampliada y así les doy visibilidad a los muchachos. El asunto es que la Federación de Ocio y Restaurantes de Canarias (Fecao) cree que permitir el nudismo en toda la isla es un error porque favorece que por sus playas paseen personas “viejas de carnes flácidas o voluminosas masas” que inspiran “lástima, burla o repugnancia”.
Mi primera lectura fue reflexionar sobre la conveniencia de hacer declaraciones públicas después de los chupitos. Parece obvio, pero a las pruebas (muchas y variadas) me repito, que diría el gran Pazos. Esa idea me duró apenas un instante, no eran declaraciones cogidas al vuelo o robadas de una partida de mus con Torrente. Está claro que es un comunicado pensado y redactado con esmero, así que decido que un error informático – o sabotaje de unos malvados hackers- ha hecho que el comunicado de Fecao se cruce con una noticia de El Mundo Today. Tampoco. Una vez más se demuestra lo meritorio que es ser cómico en estos reinos, el comunicado es delirantemente real.
La cita anterior de Pazos, el legendario personaje de Airbag, no es casual. Desde mi segunda lectura no me lo puedo quitar de la cabeza y ahora cuando miro a Antonio Vélez, secretario ejecutivo de fecao maravillao, ya solo puedo ver a Manuel Manquiña caracterizado. Siento meterle en esto Don Manuel, pero es un texto que destila pazismo por todas partes.