En los años 30, Hungría, y en especial Budapest, era un sitio muy triste donde, al parecer, los suicidios habían aumentado de forma llamativa. A partir de ese hecho surgió una iniciativa curiosa, el llamado “Club de las sonrisas de Budapest”.
Con todo el mundo tapándose la boca con una máscara a causa del Covid no me he podido resistir a rescatar esta historia sobre la tristeza húngara, una canción que provoca el suicidio y una escuela que enseña a sonreír para superar la depresión.
Aviso: esta historia va de sonrisas, no se la tomen muy en serio. Igual hasta tiene truco al final.