La gente, ese concepto tan abstracto cuando no incluye a tu hermana, tu cuñado y tus dos sobrinos pequeños, sigue muriendo en Gaza. Muere desde hace muchos años y, aunque no lo parezcan, son siempre los mismos. Bueno, en realidad sí que nos parecen siempre los mismos ¿verdad?
Son morenitos de piel, pero no del mismo moreno que pasea sus rolex por Marbella, Dubai o donde quiera que vayan ahora esos ciudadanos del mundo. A esos, que se juntan con reyes o presidentes de todo pelaje, tanto les da un país o una nación sin estado, su única patria es Suiza. Su moreno no es de playa sino de yate, y la diferencia se nota. A la playa no van, que ahora caen bombas porque la situación es muy compleja. Tanto que a usted, una persona de inteligencia media-alta, le cuesta entender que quien ha matado a esos niños en la playa no ha sido el que ha tirado la bomba. Ni mucho menos. Pero para eso está la prensa, para explicarlo. Y si no lo acabamos de entender, al menos lo sentiremos así: esa es la clave.