Su fuerza era un don. Pero nació judío en el peor lugar y en el peor momento para serlo. Su corpulencia y su carácter peleón le ayudaron a sobrevivir a puñetazos en Auschwitz. Con solo 15 años, “El Animal Judío de Jaworzno” servía de macabra diversión a los SS que organizaban algo parecido a combates de boxeo. Fueron 76 combates esquivando la muerte. Setenta y seis.
Hertzko Haft nació fuerte, muy fuerte. Cuenta en su biografía que a su madre se le cayó del vientre mientras lavaba. Él aterrizó de cabeza en el suelo. Tal vez sea leyenda, pero en el caso de que fuera cierto la vida fue sincera con Hertzko desde el principio.
Su fuerza era un don. Pero nació judío en el peor lugar y en el peor momento para serlo. Su corpulencia y su carácter peleón le ayudaron a sobrevivir a puñetazos en Auschwitz. Con solo 15 años, “El Animal Judío de Jaworzno” servía de macabra diversión a los SS que organizaban algo parecido a combates de boxeo. Fueron 76 combates esquivando la muerte. Setenta y seis.
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